Armonía, de cinco días de edad, en el santuario de Gaia, fue rescatada de ser enviada al matadero; tiene una tibia fracturada y sus dueños no podían hacerse cargo de una oveja enferma. España, 2020. Foto: Ana Palacios
Ana Palacios, colaboradora de We Animals, es una periodista y fotógrafa documental centrada en los derechos humanos, que arroja luz sobre los sistemas rotos en colaboración con ONG como Manos Unidas, Trampled Rose y UNICEF. Su trabajo ha sido premiado y expuesto en todo el mundo. Ha publicado en medios como National Geographic, The Guardian Weekend Magazine, Al Jazeera, New Internationalist y El País Semanal, entre otros. Imparte conferencias en universidades y centros docentes sobre fotografía humanitaria. Actualmente reside en Madrid, España.
Hablamos con Ana para saber más sobre su atractivo trabajo, que incluye proyectos de fotografía, libros y documentales.
Fotógrafa: Ana Palacios
¿Qué fue lo primero para usted: los animales o la fotografía y el cine? ¿Puede hablarnos un poco de su trayectoria hasta llegar a donde está hoy?
Los animales han sido para mí un “amor tardío”. Soy periodista, pero mi vida profesional se ha desarrollado durante 25 años entre el cine de Hollywood, cuando trabajaba como coordinadora de producción en peliculas sobre todo americanas, y la fotografía documental vinculada a los derechos humanos.
Mi amor por los animales solo llegaba hasta mi perrita Tiza. Hasta que en 2020 recibí el encargo de documentar la vida en varios santuarios de animales y todo cambió para mí. Empecé a ver a los animales como seres sensibles, cada uno con su propia personalidad y rasgos de carácter. Y eso cambió radicalmente mi forma de entender el mundo.
Dos residentes del santuario Scooby comparten un refugio en un día nublado. Scooby es un hogar permanente para unos 200 animales de granja, todos ellos víctimas de la industria ganadera y del espectáculo o de otros tipos de abusos, y ofrece un entorno seguro en el que estos animales pueden vivir sin ser explotados. España, 2021.
Ana Palacios / We Animals
Mar Sánchez, voluntaria de larga duración en Scooby Zamora abraza a Mary, una “perra potencialmente peligrosa” que lleva más de cuatro años en este refugio. Mar explica que este tipo de perros son muy difíciles de encontrar hogar porque la gente les tiene miedo. Por ello, suelen pasar mucho más tiempo en el refugio. España, 2021.
Ana Palacios / We Animals
¿Hay alguna imagen concreta suya que crea que representa especialmente bien su trabajo y lo que le gustaría comunicar al mundo? Díganos por qué.
Armonía es el nombre de este corderito de cinco días de edad. Lo iban a sacrificar porque tenía una pata rota. Avisaron al santuario Gaia y ellos lo rescataron, curaron y hoy le cuidan como una hija. Esta imagen en la que ella me mira con una mirada tranquila, remueve muchas emociones y representa el foco de mi trabajo que se centra en la intersección entre los humanos y los no-humanos, esa relación de empatía y cariño que destilan los santuarios.

Armonía, de cinco días de edad, en el santuario de Gaia, fue rescatada de ser enviada al matadero; tiene una tibia fracturada y sus dueños no podían hacerse cargo de una oveja enferma. En octubre de 2020, Gaia tiene 169 ovejas y cabras de un total de 534 animales llamados de granja. Todos ellos fueron rescatados tras ser abandonados o incautados por la policía. Cada animal tiene un nombre y un padrino que paga sus gastos de alimentación y veterinarios. Estos santuarios no reciben fondos públicos y se financian exclusivamente con donaciones de particulares. Gaia cuenta actualmente con dos mil socios, o padrinos, que aportan el dinero necesario para cubrir los gastos generales del santuario, que ascienden a unos 30.000 euros al mes. Permanecerá en la finca hasta que tenga una muerte natural como el resto de los animales de este santuario. España, 2020. Foto: Ana Palacios
Su proyecto fotográfico más reciente, Wild Love, trata sobre los santuarios de animales en España: los humanos que han dedicado su vida a construir estos espacios y los animales que han acogido allí. ¿Puede contarnos algo más sobre este proyecto y qué lo inspiró?
Es un proyecto de largo recorrido y que quiero seguir realizando en otros continentes. Se llama así porque el amor salvaje es el denominador común que encontré en todos estos espacios. Una entrega incondicional de los humanos a los otros animales, con paciencia, respeto y un amor sin fisuras. En muchas ocasiones fui testigo de que esos sentimientos iban en ambas direcciones y eso fue una sorpresa muy gratificante. Esa entrega es la que me resultó tan inspiradora y conmovedora. Ahora es el centro de mi interés profesional, seguir explorando esos lugares llenos de amor salvaje.

La veterinaria Irati Aldanondo realiza una revisión rutinaria a Juana junto a Coque, el cofundador de Gaia y Olivia una trabajadora de Gaia. Juana es una cabra que llegó al santuario con una parálisis posterior. Un chequeo neurológico y un TAC revelaron que Juana tenía una masa en una de sus vértebras que comprimía su canal espinal. El pasado mes de agosto la operaron para extirpar la masa y descomprimir la médula espinal. La masa resultó ser un absceso y se eliminó casi por completo. Ahora es cuestión de ver cómo evoluciona Juana y si recupera algo de movilidad. El pronóstico no es muy bueno, pero los fundadores de este santuario luchan por defender la salud de sus habitantes no humanos como si su propia salud estuviera en juego. España, 2020. Foto: Ana Palacios

En Gaia, cada cuatro meses, el personal del santuario desparasita a todas las aves del santuario (patos, gansos, gallinas y pavos). Para ello, el personal trata a cada ave individualmente, aplicando un spray bajo cada ala para liberar a las aves de pulgas, piojos, etc., y dando a cada ave unas gotas de jarabe (Fembendazole), dependiendo del peso del animal, para deshacerse de los parásitos internos. Los protocolos y rutinas veterinarias se observan meticulosamente en el santuario. España, 2020. Foto: Ana Palacios
Su proyecto fotográfico Frágil Amazonía pone de manifiesto los retos a los que se enfrenta uno de los ecosistemas más explotados del mundo y las violaciones de los derechos humanos asociadas a sus pueblos indígenas. ¿Puede contarnos más sobre este trabajo y su experiencia documentando esta importante historia?
Cuando documenté los desafíos que tienen lugar en la triple frontera de Brasil, Perú y Colombia pensaba que se trataba del expolio de las tierras a las comunidades indígenas para las industrias extractivas y del acoso y arrinconamiento a estas comunidades. Sin embargo, el problema es mucho mayor. Las consecuencias medioambientales por las vulneraciones al suelo tienen efectos transversales en todos los habitantes de la tierra.
La deforestación de las selvas amazónicas para convertirlas en monocultivos intensivos para el consumo animal es una demanda de la industria ganadera intensiva. Con lo cual esta industria, perjudica directamente a la salud del planeta y de todos los que estamos en él porque incide directamente en la reducción de las lluvias, el aumento de la temperatura que deshiela los glaciares, la promoción de desastres naturales y, por tanto, la destrucción de la tierra paulatinamente. Lo mismo con la pesca masiva o con el vertido de tóxicos a los ríos fruto de la industria extractiva en la zona, perjudican las condiciones de la calidad del agua y de los ecosistemas marinos extendiéndose inevitablemente también a los humanos.

El pintor Santiago Yahuarcani muestra su obra “La selva amazónica se muere”. Caballococha, departamento de Amazonas, Perú, 2019. Foto: Ana Palacios
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo? ¿Qué es lo que le resulta más difícil?
Lo que más me motiva en mi trabajo es pensar que quizá lo que yo estoy haciendo puede mejorar la vida de alguna persona, que visibilizar injusticias puede llamar a la acción a la ciudadanía. Mi mayor reto… conseguirlo.
Claire Aubert, coordinadora general de Scooby, revisa cada uno de los 50 perros que acaban de llegar, rescatados de la región de Andalucía a 500 km de distancia. Mientras se descargan, Claire decide dónde se alojará cada animal en las instalaciones de Scooby en función de su edad, sexo y raza. El protocolo es muy claro para los trabajadores y tiene que hacerse muy rápido por el bienestar de los animales que están estresados después de tantas horas de transporte. España, 2021.
Ana Palacios / We Animals
¿Qué grado de creatividad puedes aportar como fotógrafo a una escena? Informas como periodista, pero ¿hasta qué punto intentas incluir tu mirada personal como testigo presencial, así como tu propia expresión creativa?
Trato de intervenir en la escena lo menos posible. Pasar desapercibida en la medida de lo posible y ser puramente documental. Aunque no solo me limito a esta forma fotoperiodistica de documentar, también hago retratos posados que complementan al trabajo estrictamente documental.
Si pudiera hacer una invitación a los medios de comunicación para que incluyan el trabajo de los fotoperiodistas de animales, ¿qué les diría?
Los animales son un tema importante a tratar, ya que últimamente estamos viendo cómo se reclaman sus derechos en todo el mundo, cómo se desconocen las vulneraciones de sus derechos, las consecuencias letales para el suelo de la industria de la ganadería intensiva y lo importante que es cuidar de ellos para un medio ambiente sano y sostenible.
If you could issue an invitation to the media to include the work of animal photojournalists, what would you say?
Animals are an important topic to discuss, as lately we are seeing how their rights are being claimed all over the world, how the violations of their rights are unknown, the lethal consequences for the soil of the intensive livestock industry and how important it is to take care of them for a healthy and sustainable environment.

La fotoperiodista Ana Palacios con su exposición “Armonía” en Zaragoza, que explora la vida en los santuarios de animales, espacios dedicados a la protección y cuidado de animales rescatados, en su mayoría de la industria ganadera intensiva. Foto: EFE/Javier Cebollada
¿Dónde se puede ver su trabajo?
Ahora mismo tengo una exposición sobre santuarios de animales en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, otra exposición sobre refugiados ucranianos en España en Barcelona. Mi documental sobre los niños esclavos se puede ver en la plataforma Filmin, y mis libros sobre temas sociales se pueden comprar en mi página web.
Ponte en contacto con Ana Palacios y sigue su trabajo:
Fotógrafa: Ana Palacios
A selection of Ana’s animal sanctuary images are available via our stock collection.